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domingo, 11 de diciembre de 2011

Mejorabilidades


Después de trasnochar leyendo todas vuestras publicaciones en el blog, confieso que he disfrutado en la mayoría de los casos, he padecido en algunos pocos, y he rabiado amargamente en una minoría. Pero en todos ellos he tenido muy presente que nos hemos tirado, vosotros y yo, a una piscina sin manguitos en la que lo primero que debemos hacer es aprender a flotar.

Cuando vamos a la autoescuela, esta lección se aprende pronto: en el teórico nos dejan cometer sólo  un 10% de fallos, así que nos esforzamos en hacer muchos tests antes de acudir a examen, para aprendernos las respuestas adecuadas a las preguntas con "trampa". He conocido muchos alumnos enemigos del estudio sistemático que, a la hora de sacarse el carnet, lo han sacado a la primera. Sí, es cierto. Entonces, una se pregunta: "Pero...¿Cómo es posible?¿No era que Fulanito le tenía alergia a los libros?" Y la respuesta no tarda en llegar: la motivación lo es todo. Fulanito aprendió a flotar en el mar de los tests teóricos porque el carnet B es tan importante para él que merece la pena hacer caso a la DGT y esforzarse en reducir los fallos.

En nuestro caso, aprender a flotar en el mar de los blogs pasa necesariamente por un primer momento de agobio en el que traguemos agua y seamos patosos: tranquilos, es normal. Al igual que con las primeras clases de conducir, publicando en el blog tenemos que fijarnos en un montón de cosas a la vez: atreverse a redactar un texto inédito, aprender a programar la publicación, pasar el corrector ortográfico, revisar lo escrito, pedir opinión a otras personas que puedan ayudar, buscar imágenes con licencia tipo Creative Commons, etc.

La única manera de dominar todo esto es aprender haciendo. Sólo tenéis que confiar en vuestra capacidad de aprendizaje y en el poder del hábito para mejorar vuestras habilidades: por eso he pasado muchas horas comentando vuestras "mejorabilidades" y transmitiendo lo mejor que he sabido mi convicción de que lo vais a conseguir!

También existe la tentación de buscar atajos, excusas o retrasos para el aprendizaje: intentar agarrarse del bordillo de la piscina cuando creemos que el profesor no nos mira, y mantenernos a flote con la ilusión de que estamos aprendiendo a nadar. Con respecto al blog, me refiero al plagio, a la copia, al remix cambiando un par de palabras, expresiones, puntos, comas, etc., con el agravante de no citar las fuentes, o con el atenuante de hacerlo a pesar de no entrecomillar las citas.

No pretendo tanto penalizar públicamente el hecho de apropiarse del trabajo ajeno sin reconocer el derecho intelectual básico de la autoría moral (conducta que repruebo y penalizo en la evaluación y calificación del alumno, por ilegal), como resaltar lo poco que aporta esta conducta al aprendizaje de quien la realiza. Volviendo a la piscina: ese alumno no está aprendiendo a mover brazos y piernas para mantenerse a flote, ni a respirar controladamente por sí mismo: sólo está engañándose, en la confianza de que el profesor no se dará cuenta de la situación. En el blog: quien plagia no está haciendo "suyo" lo que lee, no está intentando entender cómo conecta el tema que investiga con la realidad del comercio, ni con su experiencia como comprador o vendedor: quien plagia no aprende porque no se atreve a equivocarse de forma constructiva.

Las preguntas que yo me haría antes de tirarme de nuevo a la piscina son: ¿Quiero aprender a nadar realmente?¿Necesito aprender a nadar para conseguir algún objetivo más grande, como por ejemplo, ser socorrista?¿A quién engaño realmente si me busco "atajos" o no dedico el esfuerzo suficiente para aprender lo que necesito? Lo importante no es que lleguemos a la vez, sino que lleguemos TODOS al objetivo que nos hemos propuesto.

Carolina

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